El debate en EE.UU. sobre la neutralidad de Internet tiene consecuencias para la gobernanza mundial 17/03/2008 by Catherine Saez, Intellectual Property Watch Leave a Comment Share this:Click to share on Twitter (Opens in new window)Click to share on LinkedIn (Opens in new window)Click to share on Facebook (Opens in new window)Click to email this to a friend (Opens in new window)Click to print (Opens in new window)Por Liza Porteus Viana para Intellectual Property Watch NUEVA YORK- El debate sobre la neutralidad de Internet se está agudizando en los Estados Unidos y algunos observadores dicen que si allí logra establecerse una norma legislativa, ésta podría servir en el futuro de principio mundial para la gobernanza de Internet. La neutralidad de Internet (“neutralidad de la red”) se refiere a un principio que se aplica a las redes de banda ancha (de alta velocidad) libres de restricciones, tales como el contenido que incluyen esas redes y los dispositivos que utilizan (por ejemplo, controladores de juegos o routers inalámbricos). Los proponentes, que incluyen a empresas como Amazon.com, eBay, Google, Microsoft, Facebook, Skype, Yahoo y el pionero de Internet Vint Cerf, afirman que los proveedores de Internet que operan los canales por los que viaja el contenido no deberían poder dar un trato preferencial al contenido distribuido a través de sus redes. Ellos sostienen que el Gobierno, concretamente la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), debería intervenir con el fin de garantizar condiciones iguales de acceso al contenido, a precios iguales, independientemente de quién sea el usuario o cuál sea el contenido, sobre todo en una época en que aumenta la consolidación de los medios de comunicación. Artistas, asociaciones benéficas, grupos de defensa de las libertades civiles y coaliciones como SaveTheInternet.com afirman que la falta de restricciones es lo que ha facilitado el crecimiento de Internet y le ha brindado oportunidades de prosperar de manera tal que, en otras condiciones, habría sido imposible. También sostienen que es esencial para preservar la libertad de expresión. “Los presidentes ejecutivos de todas las mayores empresas de telecomunicaciones han expresado claramente su intención de establecer una Internet fragmentada que permita ofrecer un servicio más rápido a las pocas empresas selectas dispuestas a pagar las exorbitantes tasas, o que estén en condiciones de hacerlo. Los defensores de la neutralidad de Internet no prevén un panorama catastrófico”, dijo SaveTheInternet.com. Pero empresas de telecomunicaciones como Comcast, AT&T, Verizon y Time Warner, así como otros grupos de la industria del otro lado del debate, dicen que la regulación destinada a preservar la neutralidad de Internet va a reprimir la innovación en ese campo, especialmente cuando no hay pruebas contundentes de que de hecho exista un problema. Las empresas dicen que no discriminan cuando demoran el tráfico entre los sitios Web de uso compartido de archivos, por ejemplo, pero sostienen que sólo están tratando de evitar que las redes se sobrecarguen para otros usuarios cuando aplicaciones tales como las de transmisión de video en la Web están aumentando. La mayoría de las empresas tienen políticas de uso excesivo y/o aceptable. “La gestión razonable de la red es, siempre ha sido, y probablemente seguirá siendo, fundamental para proporcionar el acceso de alta velocidad a Internet, o cualquier otro servicio basado en la red, que los consumidores solicitan”, escribió Comcast en un comentario presentado a la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) el mes pasado. Comcast volvió a encender el debate de la neutralidad de la red en los Estados Unidos cuando aparecieron noticias de que el gigante de la transmisión por cable interfería con aplicaciones entre pares (P2P) como BitTorrent. El uso compartido de archivos y la descarga de material protegido en su mayoría por los derechos de autor es una de las principales causas de los cuellos de botella en la red. “Hemos elegido el método menos intrusivo para ayudar a evitar que la gran mayoría de nuestros clientes sufra una degradación del servicio”, dijo el mes pasado David Cohen, vicepresidente ejecutivo de Comcast, durante una audiencia sobre el tema en la FCC. “Nuestros clientes quieren que luchemos contra el correo basura y los virus, y quieren que luchemos contra la congestión en la red”. “Pero los proveedores de Internet no sólo desean cobrar a los usuarios de la mayor parte del ancho de banda por su utilización intensa de la banda ancha disponible, sino que también desean cobrar a los proveedores de contenido como YouTube por la demanda que imponen en la red de sus clientes. Kevin Martin, Presidente de la FCC, dijo que los proveedores de servicios deberían tener la posibilidad de adoptar medidas razonables para hacer un uso eficiente de sus redes, pero que las políticas de gestión deben divulgarse. Los representantes a la Cámara Edgard Markey (demócrata de Massachussets) y Chip Pickering (republicano de Mississippi) presentaron el mes pasado un proyecto de ley sobre la preservación de la libertad de Internet (Internet Freedom Preservation Act) que, entre otras cosas, establecería una política general nacional en materia de banda ancha para preservar y promover el “carácter abierto y de interconexión de las redes de banda ancha que permite a los consumidores obtener, y a los proveedores de servicios ofrecerlos, contenido, aplicaciones y servicios legales de su elección, usando su selección de dispositivos, siempre y cuando ese tipo de dispositivos no dañe la red”. Asimismo, se le encomendaría a la FCC la tarea de garantizar que los proveedores de servicios se ajusten a las políticas de banda ancha del organismo. “Claramente no es regulación”, dijo Jessica Schafer, portavoz de Markey, a Intellectual Property Watch. “Lo que se está haciendo es consagrar los principios de neutralidad de la red en la legislación sobre comunicaciones”. La agrupación de consumidores Public Knowledge, que apoya el proyecto de ley de Markey, dijo que la ley fundamentalmente reúne las cuestiones de conectividad de Internet que interesan a la FCC con los principios clásicos de la Ley de Comunicaciones. “Otros proyectos de ley han sido criticados por ser demasiado reguladores, demasiado detallados”, dijo Art Brodsky, portavoz de Public Knowledge. “Al menos éste va a estimular el debate y mantener viva la cuestión”. Los opositores dicen que no se necesita más regulación y que el Congreso debería dejar que el mercado funcionara. “Esta legislación es la antítesis de los objetivos del programa del Congreso sobre innovación que buscan ampliar el alcance de la banda ancha y acelerar la entrega de aplicaciones avanzadas que mejoren el medio ambiente, la seguridad personal, la educación y la atención sanitaria, particularmente en zonas rurales”, dijo Walter McCormick, presidente de la asociación de la industria de las telecomunicaciones en los EE.UU.. “Se legisla a ciegas una nueva política nacional de banda ancha, sin tener en cuenta sus consecuencias, y, a continuación, se exige a la FCC que pase el próximo año determinando si el Internet se está creando, gestionando y operando de conformidad con este nuevo mandato del gobierno”. El Consejo regional para Norteamérica de Fibra Óptica hasta el Hogar (FTTH, por sus siglas en inglés) está de acuerdo con la Comisión Federal de Comercio de los EE.UU. y el Departamento de Justicia, que esencialmente han afirmado que más restricciones o regulaciones podrían perjudicar la salud de Internet. El grupo es una organización sin ánimo de lucro que incluye a municipios, servicios públicos, promotores inmobiliarios y proveedores de servicios tradicionales y no tradicionales, incluidos varias empresas de fibra óptica, banda ancha y telecomunicaciones, que colaboran en la construcción de consensos en la industria sobre cuestiones claves de conectividad en los hogares. “El sentido básico de nuestros miembros es que nadie tiene el poder de empezar a bloquear los sitios Web de la gente y cosas así porque los suscriptores simplemente se dirigirán hacia nuevos proveedores de la red. No hay fuerzas monopolísticas en ese mercado”, dijo a Intellectual Property Watch Joe Savage, Presidente del Consejo. Además, hay muchas maneras de que personas expertas en tecnología puedan sortear los intentos de cualquier empresa de bloquear el acceso al contenido. “Creemos que hasta que hasta que no haya un fenómeno generalizado, o al menos se hayan planteado más de una o dos cuestiones bien documentadas… resulta bastante evidente que las actuales regulaciones están funcionando”. En una audiencia el martes ante el Grupo Especial sobre cuestiones Antimonopolio del Comité de Asuntos Judiciales de la Cámara Baja, algunos legisladores admitieron que estaban reacios a promulgar más regulación, pero reconocieron que algo debía hacerse, quizás aplicar un enfoque antimonopolio, para asegurar el acceso al contenido para todos lo que lo deseen. El Representante John Conyers, demócrata de Michigan y Presidente del Comité, dijo que si “pagar para poder jugar” era una política nacional, en el sentido de que aquellos que utilizaran mayores cantidades del ancho de banda pagarían más por ella, “muchas de las innovaciones que hemos podido disfrutar con Internet nunca se habrían dado bajo el régimen propuesto”. Conyers añadió: “Me preocupa que si el Congreso se queda ahí y no hace nada, pronto nos encontraremos viviendo en un mundo en el que aquellos que pueden pagar pueden jugar, pero aquellos que no pueden hacerlo simplemente no tienen la misma suerte,… un mundo en el que los políticos podrán acallar las voces de los ciudadanos activistas mediante acuerdos con los proveedores de servicios de Internet…[y] en el que una industria del entretenimiento cada vez más consolidada podrá impedir que artistas y cineastas independientes puedan ser escuchados”. Sin embargo, el Representante Steve Chabot (republicano de Ohio) sostuvo que “la legislación no es siempre la respuesta correcta, la competencia sí lo es”. Dijo que la “mano dura” del gobierno impedirá que las redes lleguen a ser más eficientes y eficaces, podría ralentizar el ancho de banda y, en última instancia, perjudicar a los consumidores. Interés internacional Algunos analistas de asuntos de política exterior se han mantenido atentos al debate de la neutralidad de la red en los Estados Unidos y algunos gobiernos han tenido que abordar cuestiones relacionadas con este tema. Por ejemplo, en Canadá a finales del mes pasado la Comisión Permanente sobre el Patrimonio de Canadá hizo público un informe en su emisora pública nacional, CBC/Radio Canadá, que incluye varias páginas sobre la neutralidad de la red. “La no neutralidad de la red podría tener importantes consecuencias para CBC/Radio Canadá puesto que no está en condiciones de responder a los cambios del mercado mediante la convergencia a una escala suficientemente grande”, según se menciona en el informe. “Dependen de los propietarios de la infraestructura digital para la distribución de su contenido a través de banda ancha y de redes inalámbricas en su intento por seguir siendo pertinentes… Si Internet evoluciona para convertirse en una red de múltiples fragmentos, en donde los proveedores de contenido pagan por diferentes niveles de servicio, la posible degradación de su contenido y servicios, o la obligación de pagar tarifas adicionales para su distribución en línea, pondría a la entidad en una situación de gran desventaja competitiva”. Un sitio Web de uso compartido de videos acusaba el año pasado a un proveedor de servicios de Internet (PSI) francés de impedir el acceso a sus páginas, mientras que una disputa en el Reino Unido involucraba a la BBC y a los PSI. Pero la cuestión no alcanza aún el aura de pasión que tiene en los EE.UU.. Los consumidores europeos pueden elegir entre muchos más PSI que los consumidores estadounidenses, así que la amenaza de monopolio sobre los canales de banda ancha no parece ser tan grave. Los EE.UU. está a la zaga de sus homólogos extranjeros en cuanto a tasas de penetración de la banda ancha, detrás de países fuertemente regulados en la Unión Europea, así como Corea del Sur, Canadá, el Reino Unido y Japón. Las compañías telefónicas y de transmisión por cable constituyen la mayoría de los proveedores de acceso. Otra diferencia que existe entre los Estados Unidos y Europa es que, entre los países europeos, los grandes obstáculos de la neutralidad de la red son los gobiernos, no los PSI privados, cuando filtran y bloquean ciertos sitios Web. Es por estas razones que, “a nivel mundial, la idea del acceso universal y del bloqueo de contenido es mucho más relevante” que la fragmentación del ancho de banda, dijo Milton Mueller del Proyecto de Gobernanza de Internet, que escribió un documento en noviembre de 2007 titulado “Neutralidad de la Red como Principio Global para la Gobernanza de Internet”(“Net Neutrality as Global Principle for Internet Governance.”). En el documento se sostiene que el debate de neutralidad de la red “trasciende la política interna” en términos del acceso de los usuarios al contenido y la capacidad de los PSI de transmitir ese contenido sin responsabilidad pecuniaria, dos cuestiones cada vez más importantes a medida que países como China fortalecen su control sobre la Web. “Puesto que la conectividad de Internet no se ajusta a las fronteras nacionales, la neutralidad de la red es en realidad un principio de aplicación mundial que puede guiar la gobernanza de Internet”, según se afirma en el documento. La publicación menciona que la Agenda de Túnez , que surgió de la Cumbre Mundial de 2005 sobre la Sociedad de la Información, encomienda a los gobiernos del mundo a desarrollar principios de política pública de aplicación mundial para la gobernanza de Internet. Mueller dijo que podría negociarse a nivel mundial un acuerdo separado para abordar la cuestión del contenido de Internet. Señaló además que hay en marcha muchos grupos de apoyo y movimientos sociales a favor de la libertad de expresión que apoyarían un principio de neutralidad de la red de aplicación mundial como parte de ese acuerdo. “Hay simplemente tantas razones, razones políticas, por las cuales la gente quiere controlar el contenido. Todos pretenden apoyar los principios de libertad de expresión pero cuando llega el momento de ir al grano, entonces dicen ‘¿qué tal esto?’”, comentó Mueller al referirse a los controladores de contenido que intentan encontrar una salida al acceso sin restricciones. “Creo que es posible que haya una mayor unidad”. Esta semana la Unión Internacional de Telecomunicaciones de Naciones Unidas, que organizó la CMSI y supervisa el actual debate sobre la gobernanza de Internet, celebró un simposio mundial para reguladores en Tailandia sobre el acceso asequible a la banda ancha. 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