El Programa de la OMPI para el Desarrollo en manos de la Asamblea General 13/07/2006 by William New, Intellectual Property Watch Leave a Comment Share this:Click to share on Twitter (Opens in new window)Click to share on LinkedIn (Opens in new window)Click to share on Facebook (Opens in new window)Click to email this to a friend (Opens in new window)Click to print (Opens in new window)Por William New y Tove Iren S. Gerhardsen El 30 de junio, después de dos semanas de reuniones e intensas consultas a lo largo del año, se dio fin a los debates encaminados a reforzar la perspectiva de desarrollo de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) sin que se pudiese llegar a un acuerdo. Se decidió que las propuestas se remitirían a la reunión anual de los Estados miembros de este organismo especializado de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en septiembre. Sin embargo, según trascendió, se prevé que el debate continúe de alguna forma el año próximo. El Comité Provisional de la OMPI sobre Propuestas relativas a un Programa de la OMPI para el Desarrollo (PCDA) fue establecido en 2005 por la Asamblea General con la misión de examinar propuestas y hacer recomendaciones. Pero, después de reunirse del 20 al 24 de febrero y del 26 al 30 de junio, los negociadores no llegaron a un acuerdo sobre las recomendaciones. Los negociadores afirmaron que los principales defensores del Programa para el Desarrollo actuaron de forma tal que las negociaciones no perdieran el ambicioso alcance previsto originalmente por los defensores en su propuesta. “No hubo acuerdo pero tampoco se perdió la sustancia del Programa para el Desarrollo”, comentó un funcionario brasilero, y añadió que se había acordado que el proceso debía continuar. Brasil es un proponente clave del Programa para el Desarrollo. “Sin duda, el Programa para el Desarrollo no está muerto”, afirmó un miembro de la Unión Europea. “Ambas partes están comprometidas con la inclusión de la dimensión de desarrollo en la OMPI.” Sin embargo, cómo continuarán estas negociaciones es un tema crítico que se debe definir. Las economías más importantes han procurado que las negociaciones se desarrollen en el marco de un grupo único y se limiten a cuestiones específicas, tales como la asistencia técnica, en lugar de que se aborde una reforma completa de la organización. Los proponentes intentaron que, durante la semana de junio, la discusión se centrara en su proyecto de propuesta, documento que surgió como resultado de una reunión de los proponentes y que se presentó al principio de la reunión de junio. Pero el presidente del PCDA, Rigoberto Gauto Vielman, Embajador de Paraguay ante la OMC, dijo en una entrevista que, en las consultas informales que había organizado, podía apreciarse que algunos países, en particular el Grupo B de países desarrollados, no podían aceptar la propuesta de los defensores como base para la discusión. Algunas delegaciones se mostraron disconformes con esta decisión ya que se había alcanzado en reuniones informales, en las que sólo están presentes las delegaciones y de las que se excluye a los observadores no gubernamentales que asisten a las sesiones plenarias. Ninguna reunión de la OMPI está abierta a los medios de comunicación. Gauto Vielman comentó después de la reunión que no había acuerdo respecto de las propuestas que debían remitirse a la Asamblea General. Por lo tanto, se enviarían a la Asamblea los informes de las dos reuniones redactados por la Secretaría de la OMPI y todas las propuestas. En julio, los miembros podrán hacer comentarios sobre el informe y, previo a la Asamblea del 25 de septiembre, se organizará una reunión especial para aprobarlo. Los principales países desarrollados y funcionarios de la Secretaría de la OMPI calificaron el resultado como una oportunidad perdida, consecuencia directa de la actuación de un pequeño grupo de países que se opuso a los deseos de la mayor parte de la reunión. Sostuvieron que la mayoría de los miembros de la OMPI apoyaban la propuesta del presidente como base para la discusión. Lois Boland, funcionario de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos y principal negociador de la delegación de ese país, publicó un comunicado de prensa en el que expresa su “decepción” por el estancamiento y se compromete a dar continuidad a los esfuerzos por mejorar la labor de desarrollo de la OMPI. Estados Unidos identificó a Argentina y Brasil como los principales culpables de la falta de progreso. Boland afirmó que su país favorece cambios importantes en la OMPI a fin de que se mejore la participación de los países en desarrollo y menos adelantados y que se incrementen los beneficios de la propiedad intelectual que reciben estos países. “Tuvimos una verdadera oportunidad de hacer algo positivo para la gran mayoría de los miembros de la OMPI, especialmente para los países menos desarrollados, pero lamentablemente esto no cabía dentro del programa político de un pequeño grupo de miembros”, señaló Boland. La propuesta del presidente logra apoyo pero desencadena estancamiento Gauto Vielman presentó el 29 de junio un proyecto de propuestas que, a su juicio, era resultado de un consenso emergente y reflejaba la discusión de los tres primeros días de la reunión. Sin embargo, Brasil y Argentina, aparentemente apoyados por otros Amigos del Desarrollo, rechazaron de plano la propuesta del presidente por considerar que no reflejaba suficientemente sus propias propuestas. Debido a que no hubo acuerdo para usar la propuesta del presidente como base para las negociaciones, la propuesta murió en el Comité, informó Gauto Vielman. Pero la propuesta del presidente resurgió de las cenizas a último momento, cuando la República Kirguisa dio un paso al frente y presentó la propuesta del presidente en nombre propio. “Éste es un derecho legítimo de todos los miembros de la OMPI”, explicó el funcionario de Kirguistán a Intellectual Property Watch, y añadió que “era necesario hacerlo.” Los defensores de continuar los debates sobre la base de la propuesta del presidente incluían, entre otros, al Grupo B, a países de Europa Central y del Este, a algunos Estados árabes y a ciertos países africanos, según informaron algunos participantes. A la pregunta de qué implicaba este resultado para el futuro del Programa para el Desarrollo propuesto, el funcionario de Brasil respondió que los países proponentes “no aceptaban reducir el programa sin una negociación real.” El funcionario agregó que la propuesta del presidente no reflejaba la existencia de convergencia, sino que era más bien “un proceso de veto” y “un filtro negativo” para eliminar los elementos no deseados. Comentó que si la propuesta del presidente se hubiese adoptado, hubiera sido un proceso acelerado, carente de negociación, con posibilidad sólo de votar sí o no. Brasil y Argentina propusieron en primer lugar la reforma de la OMPI a finales de 2004 con la intención de que la labor de la organización estuviera más orientada al desarrollo. A la propuesta se unieron otros 13 Amigos del Desarrollo. Desde entonces, sus propuestas se han ampliado y otras naciones han presentado las suyas. En la reunión de febrero, se conjuntaron 111 propuestas en torno a grupos temáticos. Durante la semana de la reunión de junio, los negociadores examinaron cada uno de los grupos e indicaron los que podían recibir apoyo de su parte. La propuesta del presidente incluía un alto porcentaje de propuestas provenientes de países del Grupo B, según un análisis realizado por algunas organizaciones no gubernamentales (ONG) presentes en la reunión. El funcionario de la República Kirguisa, vicepresidente de la reunión, dijo que su Gobierno había expresado “gran preocupación” después de que la propuesta del presidente encontrara resistencia. Sin embargo, especificó que “una gran mayoría de los Estados miembros apoyaron la propuesta.” Según el funcionario brasilero consultado, era mejor que fuera un país quien presentara la propuesta, y no el presidente del comité, ya que la propuesta estaría así en el mismo nivel que las otras, tal como la del Grupo de Amigos del Desarrollo. El Grupo de Amigos del Desarrollo incluye a Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, Egipto, Irán, Kenya, Perú, República Dominicana, Sierra Leona, Sudáfrica, Tanzania, Uruguay y Venezuela. Numerosos agentes industriales y grupos no gubernamentales participaron también de la reunión. En ella, se distribuyó una declaración internacional, firmada por 138 ONG de todo el mundo, en favor de la adopción de la propuesta de los Amigos del Desarrollo. Varios grupos internacionales de bibliotecarios, tales como la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA),hicieron también una declaración conjunta instando a los miembros a que apoyaran las propuestas relacionadas con el Programa para el Desarrollo, tal como la propuesta sobre la protección del dominio público y el acceso a los conocimientos. Además, la ONG 3D, con sede en Ginebra, publicó un documento sobre derechos humanos y el establecimiento de un Programa de la OMPI para el Desarrollo. La Electronic Frontier Foundation y la Free Software Foundation Europa (FSFE) ofrecieron en sus weblogs información actualizada sobre la reunión a lo largo de la semana. En lo que respecta al sector industrial, la Computer and Communications Industry Association, con sede en Washington, y la International Federation of Pharmaceutical Manufacturers and Associations (IFPMA), con sede en Ginebra, advirtieron por separado a los negociadores sobre las medidas que podrían resultar perjudiciales para la innovación y los derechos de propiedad intelectual. La IFPMA observó que muchas de las propuestas, si se llevaban a la práctica sin salvaguardias, llevarían a una paralización de las industrias. La Cámara Internacional de Comercio proporcionó un resumen de un evento sobre propiedad intelectual y desarrollo que había celebrado en Ginebra del 30 al 31 de mayo. 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